Patzcuaro: Pueblo Mágico esconde tras sus muros grandes misterios
Una de las muchas leyendas que tenemos aquí en Pátzcuaro habla de que la Virgen de la Salud se le aparecía a la gente así como una mujer en forma natural y después decía: “Cuando quieras veme a ver y estoy en tal parte.” Luego la gente iba adonde ella les había dicho. No, pues cuando llegaban y veían la imagen de la virgen se daban cuenta que ella se les había aparecido porque era igualita aunque en forma de imagen y no de carne y hueso natural; entonces por eso sabían que era una aparición. Leyenda de Homero Adame.
Se cuenta que la virgen tuvo un atentador. Parece que alguien entró una vez a la iglesia con pistola o carabina y le disparó a la virgen. Nadie sabe quién haya sido ni tampoco cuáles fueron sus malas intenciones, pero lo cierto es que la bala no quebró el vidrio; la bala se incrustó en el vidrio y a ella no la tocó.
Luego, por ejemplo, también en Pátzcuaro está la leyenda del templo de San Francisco. De las tantas imágenes que hay ahí en el templo está la de un Cristo de caña y dentro de los milagros o prodigios que se le atribuyen a ese Cristo es que estando normal así crucificado en su cruz, de repente se inclinaba. Eso está anotado en la historia porque hubo muchos testimonios de gente que le tocó ver cuando el Cristo se inclinaba. Nadie sabe por cuál razón se daba ese fenómeno porque, por ejemplo, aquí nosotros en el museo también tenemos otros cristos de caña que fueron hechos en la misma época y ninguno de éstos se inclina. Uno luego piensa que a lo mejor aquél del templo de San Francisco se trata de un Cristo que fue mal hecho y por eso hace que se incline, que se doble. Leyenda de Homero Adame.
Según los testimonios, una tarde el sacerdote de aquel tiempo estaba oficiando misa cuando de repente el Cristo comenzó a inclinarse y que mucha gente así como que se asustó; hasta el mismo sacerdote se quedó bien sorprendido. Ahora imaginemos nosotros quién soportó ver un Cristo en movimiento. No, de haber sido cierto, de seguro fue algo muy impresionante para todos los que estuvieron ahí. Quedaron los testimonios de la gente que vio ese milagro y aunque haya quedado registrado en la historia ahora no sabemos si es de veracidad o una leyenda. Es lo mismo, por ejemplo, que se dice que Tata Vasco descubrió un manantial con su báculo y así sacó agua, el manantial lo encontró aquí en donde está la noria afuerita de esta casa. Según la leyenda, don Vasco venía caminando, o sea subiendo para acá, cuando se detuvo y con el báculo golpeó fuerte en el suelo, que en aquel tiempo era pura tierra, y brotó el agua.
Leyenda de Homero Adame tomada de su blog: https://adameleyendas.wordpress.com/2010/10/16/mitos-y-leyendas-de-michoacan-milagros-en-patzcuaro/ Nota: estas leyendas fueron narradas por el señor Javier Hernández, custodio del Museo de Artes Populares.
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